Tras apropiarse de un cargamento de gasolina, Riva llega a su ciudad natal: Kinshasa. El dinero llega a sus manos como por arte de magia, la ciudad tiene una enorme sed de gasolina, lo cual hace contraste con las lujosas villas y la vida cándida que en ellas viven sus conspicuos moradores. En Kinshasa se vive de prisa y se goza la noche. Lo que abundan son los burdeles, las discos y los bares de mala muerte, son los lugares favoritos de las pandillas. Ahí, Riva conoce a la exuberante Nora, ... |