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Director: Eugenio Martín |
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Un prometedor guardameta del Real Madrid ve su oportunidad cuando su compañero sufre una lesión y es convocado para sustituirle. Pero la desgracia se cebará con él cuando un inoportuno accidente de coche le daña la columna y se ve obligado a renunciar al que tenía que ser el partido de su vida. Cansado de tanta mala suerte, se retira a un hotel de la costa, donde el azar le subirá a los escenarios. |
La vida sigue igual La vida sigue igual | |
(1969) | |
Director: Eugenio Martín |
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Un prometedor guardameta del Real Madrid ve su oportunidad cuando su compañero sufre una lesión y es convocado para sustituirle. Pero la desgracia se cebará con él cuando un inoportuno accidente de coche le daña la columna y se ve obligado a renunciar al que tenía que ser el partido de su vida. Cansado de tanta mala suerte, se retira a un hotel de la costa, donde el azar le subirá a los escenarios. |
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Director: Pedro Lazaga |
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Una joven que pretende casarse con el hijo de un conde quiere refinar las costumbres de sus padres, gente de pueblo que se ha visto enriquecida de la noche a la mañana por la venta de sus tierras. |
Hay que educar a papá Hay que educar a papá | |
(1971) | |
Director: Pedro Lazaga |
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Una joven que pretende casarse con el hijo de un conde quiere refinar las costumbres de sus padres, gente de pueblo que se ha visto enriquecida de la noche a la mañana por la venta de sus tierras. |
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Director: Pedro Lazaga |
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Peralejos, un tranquilo pueblo del Alto Aragón, es un lugar donde nunca pasa nada. Un día regresa al pueblo para pasar las vacaciones Angelino (Sacristán), un emigrante que conduce un magnífico Mercedes y cuenta maravillas sobre Alemania y sus mujeres. Pepe (Landa), fascinado por las historias de su amigo, decide emigrar también, pero su sueño empieza a las cinco de la mañana, limpiando cristales, y concluye a las doce de la noche pegando carteles. |
¡Vente a Alemania, Pepe! ¡Vente a Alemania, Pepe! | |
(1971) | |
Director: Pedro Lazaga |
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Peralejos, un tranquilo pueblo del Alto Aragón, es un lugar donde nunca pasa nada. Un día regresa al pueblo para pasar las vacaciones Angelino (Sacristán), un emigrante que conduce un magnífico Mercedes y cuenta maravillas sobre Alemania y sus mujeres. Pepe (Landa), fascinado por las historias de su amigo, decide emigrar también, pero su sueño empieza a las cinco de la mañana, limpiando cristales, y concluye a las doce de la noche pegando carteles. |