En el cuarto oscuro de compra del fabricante Dreissiger, están los pobres tejedores para entregar su tejido. Es siempre el mismo ritual: Pesado - comprobación - pago con deducciones. Sobre su existencia decide Pfeiffer, mano derecha de Dreissiger. Cuando le toca el turno al pelirrojo Bäcker, todo se altera y Pfeiffer pide ayuda al sr. Dreissiger. Bäcker recibe su dinero, pero en el futuro ya no tendrá más trabajo. El resto de los tejedores puede seguir trabajando por la mitad del sueldo. ... |