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Director: Georges Lautner |
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Un célebre traficante de armas ha dejado en herencia a su joven viuda un castillo y una importante colección de patentes que interesan a los servicios secretos de varios países. Así, cuatro "barbouzes" son enviados para conseguir los preciados documentos, pero es el agente francés Lagneaux (Lino Ventura) quien, recibiendo órdenes de seducir a la rubia heredera, acometerá su misión hasta el final. |
Los barbudos Los barbudos | |
(1964) | |
Director: Georges Lautner |
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Un célebre traficante de armas ha dejado en herencia a su joven viuda un castillo y una importante colección de patentes que interesan a los servicios secretos de varios países. Así, cuatro "barbouzes" son enviados para conseguir los preciados documentos, pero es el agente francés Lagneaux (Lino Ventura) quien, recibiendo órdenes de seducir a la rubia heredera, acometerá su misión hasta el final. |
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Director: Elio Petri |
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En un mundo futuro, ciertas personas que adoran la violencia practican "La Gran Caza": diez jugadores se matan entre sí alternando los papeles de cazador y presa. Quien sobrevive, gana. |
La décima víctima La décima víctima | |
(1965) | |
Lidia Lidia |
Director: Elio Petri |
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En un mundo futuro, ciertas personas que adoran la violencia practican "La Gran Caza": diez jugadores se matan entre sí alternando los papeles de cazador y presa. Quien sobrevive, gana. |
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Director: Jacques Tati |
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Un grupo de turistas americanas hace un viaje por Europa, que prevé la visita de una capital por día. Al llegar a París, se dan cuenta de que el aeropuerto es exactamente igual al de Roma, de que las carreteras son idénticas a las de Hamburgo y que las farolas guardan un curioso parecido con las de Nueva York. En resumidas cuentas, el escenario no cambia de una ciudad a otra. Y ya que no pueden conocer París, se conformarán con pasar veinticuatro horas con parisinos de verdad, entre ellos ... |
Playtime Playtime | |
(1967) | |
Director: Jacques Tati |
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Un grupo de turistas americanas hace un viaje por Europa, que prevé la visita de una capital por día. Al llegar a París, se dan cuenta de que el aeropuerto es exactamente igual al de Roma, de que las carreteras son idénticas a las de Hamburgo y que las farolas guardan un curioso parecido con las de Nueva York. En resumidas cuentas, el escenario no cambia de una ciudad a otra. Y ya que no pueden conocer París, se conformarán con pasar veinticuatro horas con parisinos de verdad, entre ellos ... |