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Sinopsis
No es habitual encontrar una ópera prima con la precisión y el nervio de Yellow Kid, posiblemente una de las mejores películas del año. Su director, un recién egresado de la Universidad de las Artes de Tokio, la filmó –aunque parezca increíble– como tesis de graduación. Sus protagonistas son Tamura, un adolescente al borde de la indigencia que busca en el boxeo una vía de escape, y Hattori, un dibujante de comics que busca modelos para su próxima publicación. El título hace alusión a la prehistoria de las tiras cómicas, pero aquí se refiere a un héroe de acción cuyo anterior modelo, el boxeador Mikuni, es uno de los ídolos de Tamura y tiene una complicada relación con Hattori. Como un espectador empujado al centro del ring, Tamura deberá tomar decisiones de las que no hay vuelta atrás: abrazarse a la vida como si fuera un cable pelado. Hattori, en el otro extremo, es un observador que no puede evitar deformar la realidad que lo circunda para encontrar la intensidad de la ficción. El tema de Yellow Kid es, justamente, la fantasía y sus peligros: de la ambición a la ilusión, de la admiración a la autodestrucción. La vida real continúa después de la última página y, en este film, al final de los créditos. (extraído de BAFICI.gov.ar)
Sinopsis
No es habitual encontrar una ópera prima con la precisión y el nervio de Yellow Kid, posiblemente una de las mejores películas del año. Su director, un recién egresado de la Universidad de las Artes de Tokio, la filmó –aunque parezca increíble– como tesis de graduación. Sus protagonistas son Tamura, un adolescente al borde de la indigencia que busca en el boxeo una vía de escape, y Hattori, un dibujante de comics que busca modelos para su próxima publicación. El título hace alusión a la prehistoria de las tiras cómicas, pero aquí se refiere a un héroe de acción cuyo anterior modelo, el boxeador Mikuni, es uno de los ídolos de Tamura y tiene una complicada relación con Hattori. Como un espectador empujado al centro del ring, Tamura deberá tomar decisiones de las que no hay vuelta atrás: abrazarse a la vida como si fuera un cable pelado. Hattori, en el otro extremo, es un observador que no puede evitar deformar la realidad que lo circunda para encontrar la intensidad de la ficción. El tema de Yellow Kid es, justamente, la fantasía y sus peligros: de la ambición a la ilusión, de la admiración a la autodestrucción. La vida real continúa después de la última página y, en este film, al final de los créditos. (extraído de BAFICI.gov.ar)
