Sinopsis

Siguiendo la estela renovadora del mejor cine coreano de los últimos años, esta obra sutil, imprevisible y con un bizarro sentido del humor sigue las andanzas de un policía que, agotado de la vida en Seúl, pide el traslado a un pequeño pueblo. El pueblo en cuestión es prácticamente un paraíso para él, puesto que hace años que no se comete ningún crimen. Cuando el gobierno decide cerrar la pequeña comisaría -ya que no parece tener sentido su mantenimiento dado el nivel de quebrantamiento de la ley de la región- el policía decide cometer un crimen para evitar ser trasladado a la bulliciosa y estresante ciudad. Una película con un saludable tono de comedia que lanza una mirada sarcástica a unos personajes atrapados en una situación previsiblemente ridícula, pero que termina de forma totalmente sorpresiva.