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Sinopsis
En un pueblo de Asturias un grupo de pescadores sale a la mar y es sorprendido por una tempestad. Todos los barcos consiguen regresar, excepto uno, el Mascato, con seis tripulantes a bordo. Los familiares quedan desolados. Entre ellos se encuentran el niño Mingo, hermano de Celso, que también perdió a su padre en el mar; Paula, esposa de Álvaro, que espera un hijo, y el anciano apodado Anchoa. Las esperanzas de volver a ver a sus seres queridos se desvanecen cuando una llanta salvavidas con el nombre de la embarcación aparece en la playa. Los náufragos son dados por muertos, por lo que en el pueblo celebran una ceremonia luctuosa. Un día, Mingo encuentra en un acantilado el cuerpo desvanecido de un hombre. Dado que padece amnesia, los pobladores lo bautizan con el nombre de Telmo, un santo de la Edad Media, patrono de los pescadores. Paulatinamente, Telmo comienza a ejercer una benéfica influencia entre los moradores del pueblo. Así, les enseña técnicas antiguas de pesca y los convence para que implanten el quiñón, dádiva en especie que se otorga a las viudas de los marineros. Mientras tanto, Anchoa es internado en un asilo, pero Mingo y dos amigos suyos lo rescatan del lugar. Luego, Mingo observa en la capilla del pueblo el busto de San Telmo, que guarda un gran parecido con el náufrago que encontró en la playa. De regreso al pueblo, Mingo cae del camión y se hiere gravemente. Impotente ante las circunstancias, Telmo grita desesperado frente al mar. De pronto, el milagro ocurre. A lo lejos se divisa el Mascato que regresa con todos sus tripulantes sanos y salvos. Sus familiares los reciben felices en la playa.
Sinopsis
En un pueblo de Asturias un grupo de pescadores sale a la mar y es sorprendido por una tempestad. Todos los barcos consiguen regresar, excepto uno, el Mascato, con seis tripulantes a bordo. Los familiares quedan desolados. Entre ellos se encuentran el niño Mingo, hermano de Celso, que también perdió a su padre en el mar; Paula, esposa de Álvaro, que espera un hijo, y el anciano apodado Anchoa. Las esperanzas de volver a ver a sus seres queridos se desvanecen cuando una llanta salvavidas con el nombre de la embarcación aparece en la playa. Los náufragos son dados por muertos, por lo que en el pueblo celebran una ceremonia luctuosa. Un día, Mingo encuentra en un acantilado el cuerpo desvanecido de un hombre. Dado que padece amnesia, los pobladores lo bautizan con el nombre de Telmo, un santo de la Edad Media, patrono de los pescadores. Paulatinamente, Telmo comienza a ejercer una benéfica influencia entre los moradores del pueblo. Así, les enseña técnicas antiguas de pesca y los convence para que implanten el quiñón, dádiva en especie que se otorga a las viudas de los marineros. Mientras tanto, Anchoa es internado en un asilo, pero Mingo y dos amigos suyos lo rescatan del lugar. Luego, Mingo observa en la capilla del pueblo el busto de San Telmo, que guarda un gran parecido con el náufrago que encontró en la playa. De regreso al pueblo, Mingo cae del camión y se hiere gravemente. Impotente ante las circunstancias, Telmo grita desesperado frente al mar. De pronto, el milagro ocurre. A lo lejos se divisa el Mascato que regresa con todos sus tripulantes sanos y salvos. Sus familiares los reciben felices en la playa.