565159
Sinopsis
Valladares quiso un film que, desde su título, describiera el proceso de animalización que atraviesan quienes ingresan al mundo del boxeo profesional. No hay medias tintas en el tono de esa denuncia: El ring es el escenario de un espectáculo de grand guignol, una plataforma sobre la que dos hombres suben para despedazarse mientras una multitud los alienta. Un abundante material de archivo permite al realizador extraer la violencia en estado puro, desplazando la mirada usual sobre el combate. Lo que para la afición es una simple trompada, para el film es una boca destrozada, un chorro de sangre, una conmoción cerebral o un párpado que ya no volverá a abrirse. Según Ripoll: “Fue una película muy atípica, totalmente fuera de lo normal. Nos juntábamos todos los fines de semana, con todo lo que Valladares había recolectado sobre esa gente: Qué hacía cada uno, qué quería, cómo vivía. Nos costó unos cinco, seis meses de trabajo de montaje.
Sinopsis
Valladares quiso un film que, desde su título, describiera el proceso de animalización que atraviesan quienes ingresan al mundo del boxeo profesional. No hay medias tintas en el tono de esa denuncia: El ring es el escenario de un espectáculo de grand guignol, una plataforma sobre la que dos hombres suben para despedazarse mientras una multitud los alienta. Un abundante material de archivo permite al realizador extraer la violencia en estado puro, desplazando la mirada usual sobre el combate. Lo que para la afición es una simple trompada, para el film es una boca destrozada, un chorro de sangre, una conmoción cerebral o un párpado que ya no volverá a abrirse. Según Ripoll: “Fue una película muy atípica, totalmente fuera de lo normal. Nos juntábamos todos los fines de semana, con todo lo que Valladares había recolectado sobre esa gente: Qué hacía cada uno, qué quería, cómo vivía. Nos costó unos cinco, seis meses de trabajo de montaje.