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Sinopsis
La vastísima producción de Kevin Jerome Everson atraviesa de manera recurrente el mundo laboral de los afroamericanos, tanto el histórico (muchos de sus cortos hacen uso intensivo del metraje encontrado) como el contemporáneo. Quality Control propone una nueva inmersión en ese universo, a través del registro obsesivo de la rutina cotidiana en una tintorería de Alabama. Doblar, planchar, colgar; una y otra y otra vez. Los movimientos mecánicos de hombres y mujeres componen una coreografía de la alienación capitalista, que vuelve palpables las condiciones concretas del trabajo –el calor, el ruido de las máquinas, los pocos descansos, las charlas apenas audibles– al tiempo que las abstrae como si pertenecieran a otro tiempo, a otro mundo. Filmando en 16mm y en blanco y negro, con largos planos fijos, y poniendo en evidencia el proceso mismo de filmación (las imperfecciones del celuloide y el temblor de la cámara están a la vista), Everson ratifica su mirada singular, extraordinariamente atenta al detalle revelador y capaz de encontrar una rara belleza plástica en los lugares más insospechados. (extraído de BAFICI.gov.ar)
Sinopsis
La vastísima producción de Kevin Jerome Everson atraviesa de manera recurrente el mundo laboral de los afroamericanos, tanto el histórico (muchos de sus cortos hacen uso intensivo del metraje encontrado) como el contemporáneo. Quality Control propone una nueva inmersión en ese universo, a través del registro obsesivo de la rutina cotidiana en una tintorería de Alabama. Doblar, planchar, colgar; una y otra y otra vez. Los movimientos mecánicos de hombres y mujeres componen una coreografía de la alienación capitalista, que vuelve palpables las condiciones concretas del trabajo –el calor, el ruido de las máquinas, los pocos descansos, las charlas apenas audibles– al tiempo que las abstrae como si pertenecieran a otro tiempo, a otro mundo. Filmando en 16mm y en blanco y negro, con largos planos fijos, y poniendo en evidencia el proceso mismo de filmación (las imperfecciones del celuloide y el temblor de la cámara están a la vista), Everson ratifica su mirada singular, extraordinariamente atenta al detalle revelador y capaz de encontrar una rara belleza plástica en los lugares más insospechados. (extraído de BAFICI.gov.ar)
