"Imagina a los Sex Pistols haciendo botas en lugar de música". Así describe Kowalski a los personajes de The boot factory, la primera de las películas de su trilogía Wild, Wild East. Lukasz, Piotr y Wojtek viven en un suburbio de Cracovia. Discuten sobre el estado contemporáneo del punk y acusan a Elvis Costello de haberse vendido a las cuerdas. Conocen la cárcel y las drogas y manejan una pequeña fábrica de botas con espíritu de grupo de rock. El problema es que el negocio parece tener futuro y las ganancias de quienes cantan con fervor canciones anarquistas podrían incrementarse considerablemente. ¿Qué hacer? Uno quiere modernizarse; otro piensa que eso destruirá la calidad artesanal del trabajo; el tercero permanece indeciso.