Unos cuatro años pasó Sylvain George conviviendo con los inmigrantes ilegales que aguardan en el limbo de Calais, al norte de Francia, una oportunidad para cruzar a Inglaterra. Era de esperar, entonces, que hubiera mucho más material, muchas más historias de las que conocimos en la devastadora, poética, profundamente humanista –y justísima, en todo sentido, ganadora del último Bafici– Qu’ils reposent en révolte (Des figures de guerres). Algunas de esas otras historias son los fragmentos titulares de ... |