La delincuencia golpea el mundo vegetal. Cuando la señora Mamá Zanahoria despierta, se encuentra con que sus hijos han sido raptados mientras dormían la siesta. El policía-patata irlandés se pone pronto en la pista del culpable, pero los diversos sospechosos a los que interroga y tortura, no son los criminales. Finalmente, localiza a los culpables, que resultan ser una banda de ratones disfrazados. Arrojados a una ratonera de tercer grado, los ratones confiesan. Esta caricatura contiene estereotipos raciales ... |